Hasta el perro más tranquilo y obediente puede llegar a tirar en su paseo con correa: es ahí cuando un arnés adecuado marca la diferencia.
El arnés es más justo, seguro y cómodo para el perro. Evitamos daños, presión y tirones en partes tan sensibles como son el cuello y la tráquea.
¿Esto quiere decir que collar no? No. Ante la duda de collar o arnés, lo mejor es consultar a un profesional para que nos indique la mejor opción para nuestro perro en particular, pues cada caso es un mundo.
Un arnés adecuado es el que no restringe el caminar natural del perro: no ha de obstruir sus patas de ninguna manera, ni rozar zonas sensibles como tendones. Debe dejar libre la parte del cuello. Tiene que ser ligero, de un material transpirable y suave para la piel del perro, sin que comprometa el sistema de refrigeración propio del perro (evitar más tejido de lo necesario). El enganche debe estar necesariamente atrás, en la espalda del perro, nunca delante o en un lado. “
Os dejo el enlace a un artículo muy interesante con algunos consejitos para escoger el arnés más adecuado para tu perro.